Читать книгу Un mundo made in China. La larga marcha hacia la creación de un nuevo orden mundial онлайн
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Como el concepto de dependencia tiene en el de independencia a su opuesto, la versión política de la idea de dependencia cobra fuerza. Si los pueblos, los Estados-nacionales y otras organizaciones sociales que son más modernas tratan de ser dueños/as de su futuro, de determinarse por sí mismos/as (suele tratarse en el agregado como “derecho a la autodeterminación”), interesa identificar algunos aspectos de la dependencia en esa versión que, en este caso, son necesarias para el análisis del avance tecnológico en ciertas economías. Porque de ella hablamos, de la dependencia tecnológica.
Sábato (2011) aborda ese tipo de dependencia con el mismo sentido que le daremos aquí: “Además de su valor mercantil, es bien sabido que la tecnología posee valor estratégico, y cada vez mayor, como lo prueba el hecho de que en los últimos años se usen con frecuencia creciente expresiones tales como ‘dependencia tecnológica’, ‘neo-colonialismo tecnológico’, ‘autonomía tecnológica’, etc., que dan cuenta de la existencia de naciones que poseen tecnología y de naciones que no la tienen, y que por lo tanto dependen de las otras para el abastecimiento de elemento tan importante. Por eso, tanto para los países como para las empresas, tener o no tener tecnología, that is the question […]”.