Читать книгу Un mundo made in China. La larga marcha hacia la creación de un nuevo orden mundial онлайн

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En McGregor (2010) se ve que apenas luego de la aparición del “Plan de Mediano y Largo Plazo […]” mencionado, el Consejero de Estado Liu Yandong (funcionario y fundamental contribuyente al diseño de la política tecnológica de China) argumentaba en 2007 (revalidando la importancia del Plan), que “ […] la mayoría del mercado está controlado por compañías extranjeras, la mayoría de la tecnología central depende de las importaciones, […] la situación es extremadamente grave ya que los países desarrollados nos presionan con bloqueos y controles tecnológicos: si no somos capaces de resolver estos problemas, siempre estaremos bajo el control de otros”. Naturalmente, en los países en vías de desarrollo (en general) existe una gran desproporción entre los componentes internos y externos de oferta de tecnología, que lleva al sistema productivo a depender para su desarrollo de la importación de tecnologías. Por eso es que las interrelaciones entre el desarrollo industrial y la tecnología en esas economías dependientes (en el sentido ya comentado) se caracterizan por la dependencia tecnológica de la industria de las fuentes externas del conocimiento (know-how), y cuando no se tiene el poder de decisión sobre el proceso de desarrollo técnico, existe una dependencia técnica, o sea cuando sólo queda el camino de la copia de tecnología. La dependencia tecnológica es la falta de libertad para optar entre diferentes alternativas de importación y la creación propia (Máximo Halty Carrere, 1974).

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