Читать книгу Un mundo made in China. La larga marcha hacia la creación de un nuevo orden mundial онлайн

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De esos vectores, el primero está justificado por los pagos que hacen las empresas chinas por las patentes y licencias extranjeras. Desarrollar las normas chinas, debería ser la tarea prioritaria para reducirlos; para ello el plan consiste en que las empresas extranjeras que deseen participar en las organizaciones que van a desarrollar las normas chinas, que hagan una contribución a cambio de ello, como por ejemplo contribuciones técnicas (con un criterio amplio, tal que incluya la divulgación de patentes esenciales). El otro que destacamos se encuentra trabajado en Wang et al. (2010) desde el cual se alienta a las empresas a convertirse en los “principales actores en la formulación de normas”. En ese entonces, China no tenía experiencia en el entramado institucional dentro de los esquemas de estandarización, y en el debate se consensuó que China debía seguir una estrategia de doble vía que combinase la adopción de estándares internacionales con la inserción de innovaciones indígenas en estándares nacionales (en el marco de la institucionalidad recientemente creada) e internacionales (en la medida que China va ganando espacio dentro de los organismos internacionales de fijación de normas y patrones).

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