Читать книгу Recently Discovered Letters of George Santayana. Cartas recién descubiertas de George Santayana онлайн
44 страница из 67
La cuestión de si, y hasta qué punto, este párrafo rezuma antisemitismo fue ampliamente discutido por John McCormick en su biografía de Santayana42, así que yo la dejaré a un lado43, para centrarme en la «clave» de la relación de Santayana con Loeser: «cuadros y libros». En realidad, Loeser se convirtió enseguida en referente para Santayana en el ámbito de la apreciación artística y, más tarde, le enseñó Italia, especialmente Roma y Venecia, donde lo «inició en la costumbres italianas, presentes y pasadas», facilitando la vida de Santayana en el país que él acabó eligiendo como residencia a partir de los años veinte, «de un modo más pleno que en ningún otro lugar»44. Ya en sus años de estudiante joven, Loeser era, a pequeña escala, lo que luego llegó a ser a escala internacional: un coleccionista de arte refinado y perspicaz. Santayana confiesa que «Loeser me llevaba en esas cuestiones una tremenda ventaja que mantuvo toda su vida. Parecía haberlo visto todo, haberlo leído todo y hablar todos los idiomas»45. Enseguida, acude a la mente de Santayana compararlo con el famoso crítico de arte Bernard Berenson (también judío, aunque convertido dos veces), a quien Santayana conoció más tarde. Berenson contaba con el mismo bagaje cultural y enseguida sus escritos le hicieron famoso, algo que Loeser nunca logró. Pero Loeser no sale del todo malparado en la comparación: según Santayana, Loeser amaba sinceramente su tema favorito (el Renacimiento italiano), mientras que a Berenson le bastaba simplemente con lucirlo.