Читать книгу La Señora de todos los Pueblos. El derramamiento universal del Espíritu Santo онлайн

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Durante esa primera aparición Ida sintió que era colocada una cruz muy pesada sobre sus manos. De ese modo, tiempo más adelante, ella interpretó que se le proponía aceptar una gran carga: ser la portadora de los mensajes de Ámsterdam.

El mensaje

de la Virgen

Durante 14 años, en sus mensajes a la vidente, la Virgen habla de muchos países y pueblos. Ella dirige su palabra al Papa, a los obispos, sacerdotes y consagrados, a las familias, a los hombres, a las mujeres y a todas las personas de buena voluntad. Desea que cada persona, sea creyente o no, instruido o muy sencillo, pueda llegar a conocerla y amarla como su “Madre personal”: “No importa quienes sean o lo que sean, yo puedo ser para ustedes la Madre, la Señora de todos los Pueblos” (Mens. del 31-05-1954).

En visiones proféticas, la Virgen muestra a la vidente de modo impresionante la situación de la Iglesia y del mundo contemporáneo y pone en guardia a la humanidad contra la pérdida de la fe, la corrupción moral, las desgracias y la guerra. En sus mensajes, la Santísima Virgen revela gradualmente el plan a través del cual Dios, por medio de la Madre, quiere salvar al mundo de una gran catástrofe mundial que amenaza a la humanidad y guiarla a una nueva época impregnada por el Espíritu Santo, un tiempo nuevo de paz. Para ello es que la Virgen le dicta una oración a la vidente para ser rezada por todos los hombres cotidianamente.

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