Читать книгу Santa María de Montesa. La orden militar del Reino de Valencia (ss. XIV-XIX) онлайн

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Los límites y el permanente deslinde de fronteras jurisdiccionales entre la Orden y la Corona son también el asunto del que trata David Bernabé Gil desde el estudio de la aplicación del sistema de visitas –que tan bien conoce– a las encomiendas de la Montesa incorporada. Analiza en concreto la llevada a cabo en Vilafamés en 1671, por orden –como era preceptivo– del administrador perpetuo (el Rey), aunque a instancias del lugarteniente general de la Orden, don Juan Crespí y Brizuela. El interés se incrementa dada la particular situación de la citada encomienda, donde la orden poseía tan solo jurisdicción alfonsina –tradicionalmente cuestionada, además–, correspondiendo la suprema a la Corona. La visita, tensa y protestada, descubrió graves irregularidades en la administración local, pero se saldó con una composición negociada que proporcionó una apreciable compensación económica a la Corona, complacida en presentar una imagen de clemencia. Asimismo, la visita se revelaba como eficaz modo de reforzar el control sobre el Gobierno municipal; aunque, paradójicamente, en este caso fue antesala de la recuperación por la villa del mixto imperio en 1673.

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