Читать книгу Per la reixeta. Sol·licitació sexual en confessió davant la Inquisició de València (1651-1819) онлайн
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ssss1 «El confessor, pues, que solicita al penitente a actos inhonestos para sí o para otro, no sólo en el acto de la confessión, sino también próximamente antes o después o con pretexto de la confessión [...] en qualquier lugar dedicado para oir confessiones, fingiendo que las oye, habla con el penitente cosas torpes o tiene ilícita conversación, actos o tactos deshonestos, comete pecado de sacrilegio y también contra la caridad, reservado a los Inquisidores». (V, 5, 23)
ssss1 L’inquisidor aragonès Francisco Peña, quan edita l’any 1578 el Directorium inquisitorum de Nicolau Eimeric (1376), hi afegeix els seus comentaris; quant a la sol·licitació diu –precisament en el capítol sobre la jurisdicció de l’inquisidor– que, com a sacrilegi, el sacerdot que la fa és immediatament sospitós d’heretgia i, per tant, matèria del Sant Ofici.
ssss1 Sobre ell lloc i la manera de la confessió, fray Juan de Pedraza diu a la seua Summa de casos de conciencia (1589): «Descubierta la cabeça y las rodillas en tierra, buélvase a un lado del sacerdote, de manera que el uno no mire al otro. Y si fuere muger no se confiesse en lugar secreto, por dar buen exemplo» (f. 9v). Fray Francisco Ortiz fa: «Quando el confessor confiessa mugeres, sea en lugares patentes, y no las mire al rostro ni se detenga en pláticas con ellas antes ni después, y a los varones que confiessa no los mire, por no ponerles vergüença, ni los hable después de confessarlos en lo que confessaron» (XXIV). I Noydens: «Para obviar peligros, siempre oigan de confessión en lugar manifiesto de la Iglesia, vistos de todos y no por rincones» (V, 5, 23).