Читать книгу Diario de un adolescente precoz colombiano онлайн

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Nos miramos a la cara y vimos al Tieso que dormía como un bebé, siguió colocando cocaína en mi ojete y chupándolo con lujuria, pero no aguanté las ganas y me puse a chupársela, mientras él me cogía de la cabeza y hacía que me la metiera hasta el fondo, le encantaba ver cómo me ahogaba con su polla, me la sacaba y besaba para luego repetir la misma frecuencia.

Hasta que no pude aguantar más y le pedí que me follara, así que nos fuimos al baño, allí me arrodillé como si fuese una perra y le dejé que me la metiera, no sentía nada y no entendía el porqué, pero a través del espejo veía que lo hacía fuerte, la sacaba y la metía con violencia y seguía sin sentir nada, pero me gustaba, luego me cogió del cuello y me folló tan duro, que empecé a sentirme sin aire, cuando por el espejo pude ver al Tieso masturbándose mientras veía como Steven me follaba. Me asusté, el Tieso sonrío y vino a decirle a Steven que siguiera mientras me ponía a chupársela.

Preguntó si no habíamos dormido y dijimos que no, al contrario, que habíamos metido perico* y Steven me había chupado el culo con cocaína, se soltó a reír y dijo que comprendía por qué me estaba follando, además así de duro, le pidió que no me hiciera daño.


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