Читать книгу El IUSAM de APdeBA. Una casa universitaria para el psicoanálisis онлайн

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¿Qué se había decidido en ese período previo, en cuanto a requisitos para ser psicoanalista? Formalmente casi nada. Tampoco había consenso en el rol de Freud: ¿venían a aprender del Profesor? ¿Eran sus alumnos o sus pares? ¿Qué cosa era el Psicoanálisis y qué grado de adhesión a las teorías freudianas tenía cada uno de ellos? Algunas serias divergencias terminaron en enfrentamientos y en las tan conocidas escisiones de Adler y Stekel. Para Freud y sus más fieles discípulos, la adhesión al inconsciente y a la psicosexualidad comenzó a ser un límite no negociable. Inicialmente, en Viena sobre todo, se sucedieron discusiones interminables sobre el tema en la Sociedad de los Miércoles.

Paralelamente, los trabajos de Freud, inicialmente ignorados o desmerecidos públicamente, empezaban a alcanzar notoriedad, a ser del dominio público ilustrado, convocando otros personajes relevantes que provenían de distintos intereses y disciplinas. En especial los Tres Ensayos y todo lo referente a la teoría de la psicosexualidad, la represión, los sueños, los mitos, la cultura lo empezó a ubicar en el centro de atención de un conglomerado de artistas, escritores, feministas, reformadores, que creían que la decadencia del Imperio Austro-Húngaro no se debía a algún tipo de degeneración hereditaria (que Freud también rechazaba), como circulaba en ciertos círculos científicos, sino a regulaciones culturales insalubres. Así se incluyeron en la reunión de los miércoles, además de colegas médicos, educadores, reformadores sociales, interesados en los sueños, en los mitos y las leyendas, y algunos con alguna disposición a una metodología científica terapéutica. En sus trabajos ampliamente difundidos, Freud daba entender que las excesivas restricciones sexuales en la cultura eran dañinas. Por lo tanto encontró compañía en un variado grupo de reformistas sociales que se le acercaban deslumbrados por sus trabajos. Los debates sobre la “moral” sexual (Sittlichkeit) cultural se unían a las discusiones sobre la cuestión del lugar de la mujer en la cultura, liderado por la acción de fuertes grupos feministas. Se compartían discusiones públicas sobre la homosexualidad, el adulterio, la prostitución, la abstinencia y las relaciones extramaritales. La publicación de los Tres Ensayos fue un descubrimiento para estos grupos, Freud se hizo héroe de artistas, periodistas, reformistas, que no creían en la decadencia de la cultura por la degeneración hereditaria sino el resultado de siglos de regulaciones hipócritas.

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