Читать книгу El IUSAM de APdeBA. Una casa universitaria para el psicoanálisis онлайн

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Alrededor de 1909, Freud con el auxilio de sus más íntimos colaboradores empezó a reconsiderar los débiles límites de su comunidad y de los riesgos que corría. Se dejó de preocupar por atraer nuevos seguidores y más a controlar las cosas que se hacían en su nombre. Con el auxilio de Ferenzci y de Jung, el grupo dio el primer paso hacia la institucionalización del psicoanálisis. Fue la creación en 1910 de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA) en el Congreso de Núremberg, donde Freud leyó su trabajo Las Perspectivas Futuras de la Terapia Psicoanalítica4 y donde anuncia un tratado sobre técnica analítica (que había comenzado pero nunca publicó) y llama a sus seguidores a unificar el campo, porque el psicoanálisis debía aspirar a cierta uniformidad científica. Incluyó un párrafo definitorio sobre lo que sería la “contratransferencia” que se instala “en el médico por el influjo de su paciente ejerce sobre su sentir inconsciente, y no estamos lejos de exigirle que la discierna dentro de sí y la domine… por eso exigimos que inicie su actividad con un autoanálisis…” (p. 136). Pero no siempre se sintió conforme con los resultados del autoanálisis, en especial con el propio. Más adelante insistió en la necesidad de un análisis personal conducido por otra persona. El valor formativo del análisis personal se reconoce más claramente en los Consejos al médico en el tratamiento analítico5 (Freud, 1912). Sobre el final recomendaba a los analistas retomar su análisis cada cinco años.

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