Читать книгу Mercados del lujo, mercados del arte. El gusto de las elites mediterráneas en los siglos CIV y XV онлайн
224 страница из 265
En otros momentos, el corrector/lector se refiere a los otros libros en los que consulta el texto virgiliano y anota: deest in antiquis omnibus codicibus (Aen 2, 767, f. 95r); in codice mira antiquitate (Aen 8, 642, f. 198r); o in antiquissimo codice invenitur (Aen 10, 313, f. 224r), entre otras muchas.
MECENAS, ESCUDOS HERÁLDICOS
Los manuscritos analizados hasta este momento no dejan ningún lugar a la duda sobre quienes fueron los mecenas que encargaron la copia y decoración de los libros. Frecuentemente dichos libros suelen incorporar en sus páginas y en lugar destacado el escudo de armas del propietario, el cual adquiere una doble función. Principalmente actúa como ex libris recordando la colección de la que forma parte. Constituye, al mismo tiempo, el símbolo indicativo de que su propietario es capaz de invertir en un objeto de lujo; la persona y, sobre todo, la familia a la que pertenece gozan de una posición económica solvente y desahogada, que les permite destinar importantes recursos a la obtención no ya de libros, sino de libros de lujo. La finalidad, aun siendo siempre la misma, es decir la de la vanagloria y la ostentación, presenta matices diversos. Especialmente, en el caso de la biblioteca napolitana, la adquisición de dichos libros constituyó la adhesión al programa cultural que representó el humanismo filológico, cuyas propuestas bibliográficas acogieron con gran entusiasmo algunas cortes humanísticas. La biblioteca representó, de ese modo, el símbolo externo de la asunción de las propuestas humanísticas; sirva, a modo de ejemplo, el que incluyeron en el manuscrito copiado en Florencia el año 1438, con los Stratagemata de Julio Frontinossss1 [fig. 4.7].