Читать книгу Las bases del yoga. El origen del hatha-yoga, los nathas, y su expansión en Occidente онлайн

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–Vestíos ahora con vuestras mejores ropas, poneos una guirnalda de flores en el cuello y mirad de nuevo el reflejo de vuestra cara y vuestros ojos en el agua. La esencia reflejada aquí, Eso es el ātman inmortal, brahman.

Los dos se fueron plenamente satisfechos. Prajapati observó cómo se marchaban siendo consciente de que ninguno de ellos había comprendido realmente la enseñanza y se dijo a sí mismo: «Se van sin conocer nada acerca del ātman. Cualquiera de ellos, sea un deva o un asura, que comprenda la enseñanza de forma errónea (considerando que el cuerpo es el ātman) perecerá».

Virochana, el rey de los asuras, muy feliz llegó a su mundo y empezó a enseñar:

–Señores, el cuerpo es el ātman, disfrutemos. El cuerpo es lo único a lo que hay que servir.

Así es como vive una gran parte de la humanidad, intentando disfrutar –sufriendo también– convencidos de que no existe otra realidad superior aparte del cuerpo y del plano del estado de vigilia. Virochana y los asuras no indagaron más. La Upaniṣad afirma en este punto: «En este mundo, el que no tiene confianza (en una realidad superior) ni hace donaciones (dāna) ni lleva a cabo rituales (yajña) es como un asura, ya que sigue la conducta de los asuras».

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