Читать книгу Las bases del yoga. El origen del hatha-yoga, los nathas, y su expansión en Occidente онлайн

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En el lado derecho de Nataraja también vemos una mano abierta mirando hacia delante en una mudrā yóguica que significa protección (abhaya mudrā), simbolizando que la divinidad sostiene todos los planos de la manifestación.

En la palma de la mano del lado izquierdo arde una llama que simboliza la destrucción o disolución de los universos. Todo lo que existe en el plano del tiempo, el espacio, el nombre y la forma es creado, se mantiene durante un espacio de tiempo y se reabsorbe. Todo se disuelve regresando a su origen.

Entremos ahora en otro aspecto del amplio simbolismo de esta imagen. La Conciencia o divinidad está bailando, gozando de esta danza, y para aumentar su disfrute –esto es muy importante para comprender la cosmovisión hindú– esta misma conciencia una que se manifiesta en infinitas formas juega a esconderse de Sí misma a través de la velación. ¿Cómo lo hace? En esta misma sala, ahora, existe en realidad una única Conciencia, pero esta, en su extraordinario baile, se disfraza y toma la forma de setenta personas que, habiendo olvidado su esencia (velación), se buscan a sí mismas por medio del yoga. Siendo ya el Absoluto, sienten que tienen que seguir un camino para llegar al Absoluto y practicar yoga para llegar a ser libres y plenas. Para una comprensión adecuada del hinduismo, es importante contemplar acerca de la función que tiene la velación, ilusión (māyā) o ignorancia (avidyā). En esta imagen, la velación está expresada por medio de un pequeño ser situado debajo del pie izquierdo del Shiva danzante. Este se denomina Mulayaka y simboliza la ignorancia, la ilusión, la velación de la perfección inherente en nuestro interior y en todo. En el camino del yoga, lo más importante no es lograr algo, sino correr el velo de la ignorancia y reconocer lo que ya somos.

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