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Volviendo a nuestros ejemplos, la familia Moore estaba decidida a tener un niño después de la terrible desgracia que habían sufrido. Ha habido casos similares en la vida real. En 1999, Nicole Masterton murió en un accidente. Sus padres, Alan y Louise, tenían cuatro hijos más, todos niños. Querían tener otra hija y pidieron permiso a la HFEA para seleccionar el embrión adecuado. Otra pareja, Mike y Nicola Chenery, también pidieron permiso a la HFEA para asegurarse de que tendrían una hija para compensar los cuatro hijos varones que ya tenían, aunque ellos no habían pasado por ninguna tragedia. En ambos casos la HFEA denegó las peticiones. La selección del sexo en el Reino Unido solo se autoriza para evitar enfermedades genéticas asociadas con el cromosoma X. Querer escoger el género de un bebé por culpa de un accidente o por razones de preferencia personal, actualmente, no está permitido. Como les prohibieron hacer el diagnóstico genético preimplantacional, tanto los Masterton como los Chenery decidieron buscar alternativas y, al igual que los Whitaker, ambas parejas viajaron a otro país para recibir el tratamiento. Los Chenery optaron por España y ahora tienen dos hijas. Los Masterton en cambio fueron a Italia, pero solo lograron producir embriones varones y los donaron.

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