Читать книгу El tercer sector en España y en Europa. Crisis y resilencia онлайн

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Con el advenimiento de la democracia, la composición interna, cultura y proyección del tercer sector social experimentan una gran transformación (Chaves y Sajardo, 1999). El proceso de recomposición interna del tercer sector español se traduce, por una parte, en la emergencia con fuerza de un nuevo tercer sector laico, en respuesta a la efervescencia de demandas sociales y al calor de las nuevas libertades y derechos. Así, desde los primeros años de la democracia, se asiste a un espectacular crecimiento en la creación de entidades del tercer sector, en particular asociaciones. De una tasa media de creación anual de 100 asociaciones antes del bienio 1977-79, se pasa a una tasa de creación media anual de más de 5.000 en los ochenta y más de 10.000 desde los noventa. Emerge así con fuerza un joven tercer sector de la sociedad civil española. Es el «retorno de la sociedad civil» (Pérez Diaz, 1993).

A pesar de su fuerte heterogeneidad interna, el tercer sector español inicia pronto un proceso de vertebración, de desarrollo y de modernización. Uno de los últimos hitos de vertebración ha sido la creación de la Plataforma Española del Tercer Sector Social en 2011. Permanece el tradicional tercer sector de carácter religioso, aunque experimenta una profunda secularización y reestructuración interna. En este marco, algunas entidades, denominadas «singulares», como son la ONCE, CRUZ Roja y Cáritas, mantienen algunos de los beneficios que se les otorgaron por parte de los poderes públicos en la etapa anterior, especialmente en lo relativo a su tratamiento tributario, concesión de fondos y administración de una lotería especial (el conocido «cupón de la ONCE»).

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