Читать книгу La constelación tercermundista. Catolicismo y cultura política en la Argentina 1955-1976 онлайн

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Según Marysa Navarro Gerassi (1968: 211), fue el deterioro de las relaciones con la Iglesia y el proyecto de concesión petrolera a capitales norteamericanos el punto de inflexión que determinó el pase de los nacionalistas al frente antiperonista. Sin embargo, más que la ausencia de un antiperonismo categórico, lo que más cuestionaban los católicos antiperonistas a figuras como Mario Amadeo –un conspicuo nacionalista– eran sus antiguas simpatías pro-Eje. Ni su activismo en los cuarteles donde tenía aceitados contactos, ni la cárcel que padeciera al momento de estallar la revolución, ni tampoco escritos posteriores a los hechos suprimieron la persistente desconfianza de quienes, en cambio, se sentían con mayor autoridad a la hora de mostrar sus credenciales favorables a la causa de la libertad y para quienes también el factor religioso era más definitorio que el político.5 Aun así, dicho activismo y participación en los acontecimientos revolucionarios les permitieron ocupar un lugar destacado en el gabinete ministerial del general Lonardi. Entre todos sus colaboradores sobresalió Clemente Villada Achával, cuñado del presidente y fundador de la Unión Federal Demócrata Cristiana (UFDC) en Córdoba. Mario Amadeo y Juan Carlos Goyeneche fueron designados en las áreas de relaciones exteriores y en la Secretaría de Prensa y Actividades Culturales, respectivamente. Por su parte, Atilio Dell’Oro Maini obtuvo la cartera de Educación, en la cual permanecería un tiempo más, a diferencia de los casos anteriores, cuestionados desde el principio por la línea liberal de la revolución.

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