Читать книгу Escrito en la orilla. Una travesía litoral con Lacan онлайн

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Lacan señala que la crítica de textos literarios no ha recibido “más aire”. Efectivamente no solo el psicoanálisis no aportó nada, sino que nada desde su experiencia puede aportar y, mucho menos, es que sea una disciplina que pueda o deba decir algo al respecto. Mucho menos aun si se trata de diagnosticar a alguien en su carácter de autor o por su obra.

En los seminarios y escritos de esta época, comienzos de los años 70, Lacan considera que su posición, su enseñanza, ha dado un giro, “un cambio de configuración” y está preparando la inclusión de una escritura que llamará borromea, que se va a proponer a partir del seminario Encore, donde no hay lugar para el ser y para el sentido y comienza la escritura con el nudo borromeo.

Da un ejemplo de lo que considera cambios en la cultura europea, al menos francesa: “[Q]ue por fin Rabelais sea leído” es un desplazamiento con el que acuerda. Hay que preguntarse por qué introduce a Rabelais, ya que seguramente en esa época muchos otros autores han recomenzado a ser leídos. Rabelais es un autor excepcional en la cultura, tiene un lugar especial. Una de las cuestiones es la introducción de rebus en su escritura u otros juegos con el significante. Por ejemplo, Pantagruel, que había estado seduciendo, en sus viajes, a algunas mujeres y prometido más de lo que estaba dispuesto a cumplir, recibe una carta de una de ellas. Abre y se encuentra con un anillo que tiene engarzado un diamante y un papel en blanco. Al no entender qué es lo que quiere decir el mensaje, si es que había alguno, decide consultar a su consejero y filósofo Panurgo, quien sospecha que en el papel hay algún mensaje cifrado bajo una escritura invisible a simple vista. Después de usar todas las técnicas conocidas para descubrirlo y no encontrando ningún mensaje, observa el anillo que, en su interior contiene una inscripción en hebreo que dice: “Lammah ha Zabthani”.

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