Читать книгу Escrito en la orilla. Una travesía litoral con Lacan онлайн

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El psicoanálisis atestigua su convergencia con el desenfreno, el débridement, escribe Lacan, del lazo antiguo. Es aflojarlo, librarlo de sus ataduras y de sus obstáculos, desprenderse de él, del lazo antiguo que contiene la polución en la cultura, la que la contamina, la vuelve peligrosa por acumulación de elementos tóxicos. Supongamos que se refiere al lazo del discurso del amo antiguo. El matema que escribe Lacan del discurso del amo:

S1 S2

$ a

Quizá se refiera al movimiento que implica el discurso de la histérica, en que el $ pone en cuestión al S1 y permite operar ese debridamiento, ese desenfreno, lo cual no puede ocurrir sin la emergencia de un nuevo discurso, el que introdujo Freud, el discurso del analista.

Y como dice que “el desaguadero [égout] es la civilización”, Lacan opone, o al menos diferencia, cultura y civilización. La cultura sería el cúmulo de conocimientos que se han recibido y su excedente tóxico produce la polución. Una persona culta es alguien que sabe y mucho. ¿Qué? Lo que ha absorbido de aquello que lo sostiene y donde está inmerso. La civilización sería lo que se vuelca, se desparrama, se vierte, se desagota; sería la sobra, en otro lugar. El diccionario Larousse18 da un ejemplo: “La presencia francesa en África ha contribuido a la civilización de vastas regiones”.

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