Читать книгу Escrito en la orilla. Una travesía litoral con Lacan онлайн

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Lo que será tomado como automatismo de repetición es que el desplazamiento de la carta se determina por el lugar que viene a ocupar como “puro significante”. Y como tal no basta, para esconderla, volverla sobre su cara significante. Si eso no basta, piensa Lacan, debe haber otro enigma en el mostrar esa cara. El primer diálogo, del jefe de policía con Dupin, es el de un sordo con uno que oye, con lo cual interviene la noción de comunicación, esto quiere decir que comprende un solo sentido.

Lacan resalta un triple filtro subjetivo: 1) el narrador, amigo y pariente de Dupin; 2) el relato del jefe de policía, y 3) lo que le ha contado la Reina. Indica que pertenece a la dimensión del lenguaje, en el cual todo dato natural se desintegra a causa del uso del símbolo. Pero quiero destacar que esa forma de la narración que va pasando por diferentes filtros subjetivos ¿no es acaso lo que ocurre en nuestra experiencia en la supervisión, en la fabricación de casos, en el pase?

En el segundo diálogo, que se opone al recientemente mencionado, se pasa del nivel de la exactitud al de la verdad, diferencia muy importante. Ambos se oponen como la lengua al habla o un término al habla. La posición del jefe de policía podría representar el conductismo, y lo que no ve es que un problema demasiado simple y evidente puede parecer oscuro y, en cuanto conductista, puede creer que hacer cosquillas es lo mismo que un chiste.

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