Читать книгу Escrito en la orilla. Una travesía litoral con Lacan онлайн

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La carta tiene un lugar, Lacan usa una palabra en inglés, odd, bizarro, singular, como la del significante, un lugar de materialización en la letra y, como se sabe, la letra mata, en tanto el espíritu vivifica, con lo que el significante se materializa en la instancia de la muerte. El espíritu es la viviente significación, por eso hay discursos cargados de significación. En cuanto a la letra, debe entenderse… a la letra.

El significante es único en cuanto es símbolo de una ausencia. Lo que está escondido es lo que falta en su lugar, la carta, y la policía, por más que la haya tenido en sus manos, no pudo leer de qué se trataba. La traducción del título del cuento por parte de Baudelaire, “La lettre volée”, muestra que el significante precede al significado.

El título en inglés sugiere otra cosa, que toma Lacan con regocijo: es la carta puesta de lado, de recorrido prolongado, en espera, o, como se expresa en francés, en souffrance. La carta es el verdadero tema o sujeto de la historia, tiene un trayecto que le es propio y determina los actos de los sujetos. De tal modo que, al caer en posesión de la carta, los sujetos en cuestión van a ser poseídos por el sentido. A partir de ese momento el sujeto ya no ve lo que vio, la situación simbólica que supo ver tan bien.

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