Читать книгу María Cambrils. El despertar del feminismo socialista (biografía, textos y contextos (1877-1939) онлайн

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TRÁGICO DESTINO Y OLVIDO FINAL

Como decíamos anteriormente, todo empezó en Pego. Y también allí acabará todo. El final de la guerra se palpaba en el ambiente, pero se lucha hasta el último momento. Los socialistas Aquilino Barrachina, Felipe Monzó y José Alarcón, aunque ninguno de ellos era natural de Pego, habían trabajado mucho por el socialismo obrero, a pesar de las constantes críticas y ataques furibundos de la derecha, y también de sus propios compañeros de partido.

No habían cometido ningún delito de sangre, pero por los cargos ocupados en el Ayuntamiento durante la guerra temían las posibles represalias ante la inminente derrota.ssss1 Esperando sin éxito noticias de sus compañeros socialistas de Alicante para pasar al extranjero, la noche del 27 de marzo de 1939 subieron finalmente a un camión que los había de trasladar a Alicante. Al llegar, cuatro horas después, se enteraron de que el gobernador socialista ya se había exiliado junto con otros compañeros. El día veintiocho de marzo consiguieron los pasajes y marcharon al puerto cargados con las maletas. Allí estuvieron tres días, como las más de veinte mil personas que esperaban salir de España. Presumiendo que aquello era una ratonera, decidieron entregarse prisioneros, siendo trasladados a un campo de concentración, el tristemente famoso de Los Almendros que se había instalado a unos dos kilómetros de Alicante. Allí estuvieron algunos días, hasta que los llevaron a la estación para ser conducidos al campo de Albatera.ssss1

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