Читать книгу Revistas para la democracia. El papel de la prensa no diaria durante la Transición онлайн

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Esta gestión no tuvo éxito y el último paso fue dirigirse directamente al PSOE. La Comisión Ejecutiva trató el tema y acogió favorablemente la idea, pero bastante menos positivo debió de ser el juicio de la Comisión Económica ante las dificultades de inserir Cuadernos entre la restante prensa del partido, pues el proyecto tampoco salió adelante.ssss1 Fue entonces cuando Enrique Sarasola, Carlos Zayas y otros accionistas de Cambio 16 ligados al PSOE abandonaron esa revista y decidieron invertir la cantidad abonada por sus acciones en Cuadernos, con el visto bueno de Felipe González. En una reunión con la dirección de Edicusa suscribieron el capital necesario, pero nunca llegaron a desembolsarlo en su totalidad.ssss1 Altares intentó todavía una última gestión ante el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez:

He llamado a todas las puertas: gobierno, partidos, personalidades. En todas la misma respuesta alentadora: Cuadernos no puede morir porque es una institución que ha defendido y defiende valores que son imprescindibles en la España de hoy y de mañana, el futuro necesitará todavía más a la prensa libre... Pero las promesas no han encontrado cauce.ssss1

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