Читать книгу Pisagua, 1948. Anticomunismo y militarización política en Chile онлайн

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Para la Navidad de 1947, el comité en Iquique se preocupó de recolectar juguetes y mercaderías para los niños y familias de los detenidos. Se recibieron erogaciones de Tocopilla y la oficina Prosperidad. El Despertar informó, igualmente, que se estaban recibiendo juguetes y golosinas para entregarlos a «los hijos de los trasladados que se encuentran al lado de sus padres en Pisagua»112.

El Comité Pro Auxilio empezó a realizar gestiones para lograr un local para su funcionamiento y recibir los alimentos, ropas regaladas, y establecer la tesorería. No obstante, trascurrido un mes de su constitución, no reunió las condiciones demandadas para realizar dicha asamblea: «Dificultades surgidas en cuanto a las medidas de control hechas valer por funcionarios de Investigaciones […] hubo de dejarla sin efecto»113. Es probable que la negativa se relacionara con la participación comunista.

El 24 de octubre de 1947, en Santiago, «un grupo de ciudadanos de convicciones democráticas […] bajo la presidencia de don Carlos Vicuña fundaron el Comité de Solidaridad y Defensa de las Libertades Públicas, al cual se incorporaron más tarde numerosas instituciones y personalidades, y se entregaron con ahínco a la tarea de cohesionar las fuerzas populares, detener y derrotar la represión. La lucha por la disolución del Campo de concentración de Pisagua, vergüenza y maldición para el pueblo de Chile, y por la ayuda y defensa de millares de presos y relegados, demandó inmensos esfuerzos que contaron con la simpatía y la colaboración de amplios sectores de la ciudadanía»114. Con la central participación comunista, el Comité logró adquirir un carácter ecuménico. Carlos Vicuña Fuentes, eminente abogado, radical, uno de los más tenaces líderes de la lucha contra la dictadura ibañista en 1927 y obstinado defensor de las libertades, fue el más importante portavoz, no comunista, en la lucha contra la persecución de 1947-1949 y la Ley Maldita. El comité más tarde fue presidido por el radical Leonardo Guzmán, connotado antimilitarista, Ministro del gobierno provisional de Manuel Trucco en 1931 y de Pedro Aguirre Cerda; Carlos Vicuña Fuentes oficiaba de vicepresidente; Raquel Weitzman –secretaria– era abogada y militante comunista; Santiago Labarca, vicepresidente del comité, fue un destacado dirigente estudiantil de la FECH en 1920, posteriormente diputado radical y Ministro de Educación y Hacienda de los presidentes Juan Esteban Montero y Juan Antonio Ríos, respectivamente; Luis Valente Rossi –tesorero–, era profesor y militante comunista; y Óscar Waiss, socialista, fue el secretario de la organización. Posteriormente, la FECH se integró formalmente al comité y además la JUNECH115. En San Javier, por ejemplo, también participaban militantes del agrariolaborismo, socialcristianos, socialistas populares, sectores del radicalismo y democrático populares. Como señala Rolando Álvarez, el Comité de Solidaridad permitió el acercamiento de quienes, a lo largo de la década del cuarenta, fueron persistentes opositores, tanto dentro de la propia izquierda como con parte del espectro partidario de centro, los que en los comités de solidaridad provinciales, departamentales y locales restablecieron contactos en defensa de las libertades y garantías constitucionales116.


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