Читать книгу Universidad y Sociedad: Historia y pervivencias онлайн

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Episodios como éste explicarían las mofas de ciertos compañeros hacia mosén Simó, cuya tez amoriscada y vestido raído –«de paño de mescla, con unas medias de cordellate pardo, con unos çapatos gordos y con un sombrero largo»– terminaron valiéndole entre tales el apodo de Joroni Comprau Feyxets.29

Pero nada distraería la atención del joven estudiante por los libros. Ni siquiera el logro de un beneficio eclesiástico en la cercana parroquia de San Andrés, del que tomó posesión en 1603 sin poder ser admitido a residencia ni gozar de los emolumentos de esta prebenda hasta ser ordenado in sacris un par de años después.30 De hecho,

«[…] todos los días, quando passava a dezir missa a su iglesia de San Andrés, se llevava consigo algún libro del assumpto; y mientras se hazía hora o se desocupava del altar donde avía de celebrar se estava leyendo en él»31

Para entonces Francisco Jerónimo habría compuesto ya varias obras bajo la supervisión de sus profesores. Ni rastro han quedado de algunas. No de la Gramática hebrea que el catedrático Jerónimo Trilles tuvo ocasión de corregir.32 Como tampoco del tratado De Trinitate, «muy docto y erudito», a decir del también catedrático Antonio Noguera.33 Sí se han conservado, por el contrario, unas breves Liras espirituales, atribuidas a su pluma al igual que los Avisos para consuelo y bien de las almas o la Dotrina espiritual que escrivió a una religiosa descalça para instrucción del alma en las virtudes y exercicios espirituales que más agradan a su Divina Magestad, impresas a su muerte.34

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