Читать книгу Enemigos íntimos. España y los Estados Unidos antes de la Guerra de Cuba (1865-1898) онлайн

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Pero los prejuicios antiamericanos no desaparecieron dentro del cuerpo diplomático. De hecho, aumentaron con la llegada de la Restauración. El cónsul de España en Boston, Miguel Suárez —que jugaría un papel cada vez más relevante en las relaciones bilaterales—, no dudó en avisar al nuevo régimen de la creciente amenaza norteamericana contra Cuba y Puerto Rico: “siendo cada vez más grande la ambición que de estas gentes se apodera buscando ensanche al comercio, no es difícil explicar la mira más latente cada día hacia aquellas ricas islas”40. Después de 1875, dejaron de publicarse memorias comerciales sobre los Estados Unidos en la Gaceta de Madrid.

Uno de los principales publicistas antiamericanos desde los años cuarenta, José Ferrer de Couto, siguió en activo hasta su muerte en 187741. Irónicamente, Ferrer de Couto se convirtió en el director del diario El Cronista de Nueva York — subvencionado por el gobierno español— desde 1866, aprovechando esta plataforma para criticar repetidamente al gobierno norteamericano.

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