Читать книгу Enemigos íntimos. España y los Estados Unidos antes de la Guerra de Cuba (1865-1898) онлайн

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No obstante, el gabinete de Ramón María Narváez, duque de Valencia (16-IX-1864/21-VI-1865), era muy consciente del peligro para la soberanía española sobre la Isla si la victoria de la Unión en la Guerra Civil norteamericana se traducía en la resurrección de su política prebélica. Los Estados Unidos, una vez resuelta su división interior, eran una potencia más amenazante que nunca debido a la magnitud de sus recursos materiales.

Por esas razones, el gobierno español buscó garantías concretas por parte del encargado de negocios de los Estados Unidos en Madrid, Horatio J. Perry, desde principios de 1865. Por su parte, el diplomático estadounidense aseguró al presidente del Consejo de Ministros que los Estados Unidos no estaban interesados en la anexión de la isla de Cuba. Lo que le interesaba a los norteamericanos era la expansión de sus intereses económicos en las Antillas españolas, una cuestión que se convertiría en el principal problema bilateral durante las tres décadas siguientes. En segundo lugar, los Estados Unidos estaban interesados en que se verificase lo antes posible la retirada española de Santo Domingo:

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