Читать книгу Música, mujeres y educación.. Composición, investigación y docencia онлайн
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2. Concienciación de hombres: [solo tenemos que mirar alrededor para ver que en esta sala somos una aplastante mayoría de mujeres]. Antiguamente las mujeres se reunían para bordar, o arreglar redes, o bañarse en los hammam… En estas reuniones surgían preocupaciones, ideas e inquietudes. Creo que hemos superado esa fase de contarnos a nosotras mismas lo que ya sabemos y debemos hacer un esfuerzo por atraer a los hombres hacia nuestro discurso. Tenemos que hablar con ellos, pedirles opinión para obligarles a pensar, a debatir sobre los temas que nos afectan.
3. Programaciones docentes: debemos animar a nuestros compañeros profesores y profesoras a investigar en el repertorio instrumental y programar música de mujeres en la materia académica. Esto, llevado al extremo, haría que los departamentos de Educación correspondientes lo exigieran directamente (sistema de cuotas, tokenism).
4. ¿Cuotas?, ¿conciertos monográficos?: es un tema controvertido. No cabe duda de que las acciones monográficas sobre mujeres aumentan su visibilidad, sin embargo, somos muchas las que vemos con recelo estas iniciativas. Si lo que queremos es que los hombres tomen conciencia del problema –nosotras ya somos más que conscientes de ello– no lo vamos a conseguir mediante ghettos. Creo que la medida como algo transitorio puede estar bien, pero corremos el riesgo de lograr el efecto contrario al deseado: el rechazo por ser algo impuesto (la llamada «reactancia psicológica»).