Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн
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Parecía que, por esta vez, pues no sería la última, el Caudillo tenía pocas alternativas favorables a sus pretensiones iniciales de consumar las ejecuciones, optando por la magnanimidad del dictador suspendiendo los fusilamientos.
En Barcelona, la iniciativa de la llamada «tancada» de Montserrat en repuesta al órdago enviado desde el régimen contra la oposición antifranquista surgió de algunos militantes y simpatizantes del PSUC: Octavi Pellissa, Xavier Folch, Oriol Bohigas y Eugeni Trías, participando por la Taula Rodona, Felip Solé Sabarís168. Las adhesiones fueron aumentando desde todos los ámbitos artísticos, siendo una de las más señaladas la del cantante Joan Manuel Serrat, captado a través de su amiga Guillermina Motta, que asistió a alguna de aquellas reuniones secretas y multitudinarias en casa de Oriol Bohigas, llegando a reunirse de cuarenta a cincuenta personas, entre ellas Josep María Castellet y Mario Vargas Llosa.
La primera convocatoria general tuvo lugar en el Colegio de Doctores y Licenciados donde se reunieron más de cien personas. En la reunión tomaron la palabra Josep Solé Barberà, abogado defensor del Proceso de Burgos; Pere Portabella como observador de organizaciones clandestinas y Jordi Carbonell. Finalmente, después de posteriores reuniones en Can Bohigas y en el despacho de Pere Fages, donde asistió el arquitecto Ricardo Bofill, se preparó un documento sobre la denominación de la Assemblea Permanent d’Intel-lectuals169 y se decidió con mucha cautela realizar la «tancada» en el monasterio de Montserrat el 12 de diciembre de 1970, día de Santa Lucía.