Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн

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La duración de este acto simbólico tuvo un breve desarrollo, ya que, dos días después, a partir de las cinco de la tarde, la policía rodeó el monasterio y efectuó el desalojo sin mayores problemas, denominando los mandos policiales dicha acción como «Operación Mano de Pintura», cuyo significado en clave policial obedecía a la orden de desalojo por la fuerza el día 14. La entrada de la policía dentro del monasterio no tuvo lugar, ya que la salida de los manifestantes fue voluntaria, entre otras cosas por indicaciones del propio abad.

El apoyo de los representantes de la cultura catalana a este movimiento fue extenso y muy activo, incluyendo artistas con cierto renombre, entre ellos: Joan Manuel Serrat, Guillermina Motta, Raimon, Francesc Pi de la Serra; y los escritores Joan Oliver, Joan Brossa, Gabriel Ferrater, Terenci Moix, Montserrat Roig, etc.

Sin duda, este acto simbólico resultó trascendental para el futuro de la Asamblea de Cataluña, ya que, como consecuencia del encierro surgió un movimiento de lucha en defensa de las libertades y de la cultura catalana conocido como la Asamblea Permanente de Intelectuales Catalanes171. Esta organización sirvió para impulsar, influenciar y sentar las bases de la futura Asamblea de Cataluña, llegando a formar parte de ella. Véase como ejemplo está en la propuesta del texto de la I Sesión referida a los cuatro puntos programáticos, donde los apartados referidos a las libertades, el acceso del pueblo al poder político y económico y lo referente a la polémica sobre la vía al derecho de autodeterminación, provenía de la Asamblea de Intelectuales172. Esta organización fue también solidaria con el movimiento obrero, ayudando económicamente a trabajadores en huelga y encarcelados173.


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