Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн
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«En la capilla del monasterio de Sant Cugat se celebró un acto con motivo de la Fiesta del Trabajo, en la cual el vicario episcopal para ambientes obreros leyó una homilía de los obispos de la Provincia Tarraconense, de la que dio cuenta la prensa hace días. Asistieron unos cuantos miles de personas. Por la tarde, muchos de los asistentes se dirigieron hacia el centro de la población, donde se disolvieron después de ser advertidos por la Guardia Civil que no gritasen, cosa que cumplieron»338.
En Hospitalet de Llobregat, también el 1º de Mayo se concentraron, alrededor de la una y media de la tarde, unas tres mil quinientas personas en el cruce entre la avenida de El Masnou y la calle La Florida, llevando pancartas, banderas rojas y lanzando octavillas. Un poco más tarde se celebró un «aplec» de sardanas en la Plaza Sant Jaume, con más de un millar de asistentes. Se sintieron por altavoz en estricto silencio, fragmentos de Els Segadors junto con voces proclamando en nombre del FNC:
«Catalanes: Hoy, 1º de Mayo, jornada internacional del trabajo, queremos denunciar públicamente la opresión y la represión constante que el régimen franquista ejerce sobre el pueblo catalán, sobre todo sobre los sectores populares y en especial la clase obrera… Este 1º de mayo no es una simple jornada conmemorativa, sino que está inscrito dentro de las luchas hoy en marcha en el proceso de liberación nacional y social de nuestro pueblo (…). Ante nuestras reivindicaciones, el régimen fascista solo tiene una respuesta: la represión brutal de la policía, que asesina, tortura, persigue, encarcela y anula las mínimas libertades democráticas (…). Frente a todo esto, las fuerzas antifranquistas del Principat de Catalunya se han agrupado en una plataforma unitaria: La Asamblea de Cataluña, que ofrece un programa político, que posibilitará el retorno de la democracia a nuestro país (…).»339