Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн
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Estamos delante del espectáculo obsesivo de presos penados, preventivos, detenidos, interrogados, torturados, mutilados, ejecutados, procesados escondidos o escapados al extranjero, forzados al radicalismo desesperado, con las penalidades derivadas para sus familias; y lo que es peor, un horizonte oscuro, cerrado, de intransigencia política, de inquisición mental y de odio irracional por parte de un amplio sector de los que aún detentan el poder. No olvidamos que el gobierno aperturista de Arias Navarro es altamente responsable de la ejecución del joven político Salvador Puig Antich.
Serenamente y en silencio, cumpliendo la disciplina de prisión, he observado todo esto durante un año. Vicente Enrique y Tarancón en enero de 1974 me aseguró que era un hecho un amplio indulto. No lo ha habido. Valerosamente la Comisión española Justicia y Paz ha emprendido una extensa campaña para conseguir una amnistía sin condiciones, para todos los delitos de intencionalidad política. El Papa y los Obispos del Estado Español, con la comisión por el Año Santo, que preside Narcís Jubany, también piden amnistía. Y con el ámbito internacional, aparte de Amnesty International que no cesa de presionar, hasta el Consejo de Europa comprende y pide la amnistía para los presos políticos de un Estado europeo que es la vergüenza de Europa.