Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн

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Siguiendo la tónica del mes anterior, mayo de 1975 también fue un mes de los denominados «caliente» para el gobierno. Los conatos de manifestaciones y huelgas se concentraron esta vez en Madrid y Alicante, además de incidentes en Vigo, donde falleció un trabajador en FENOSA.

Por aquellos días se habían convocado elecciones de la Asociación de la Prensa de Madrid, siendo favorable el resultado a las candidaturas de los periodistas madrileños no afines al régimen, comentando estos después de la votación que se había resquebrajado una de las fortalezas más ultraconservadoras de los gremios profesionales.

Como ya era costumbre, el Generalísimo Franco y el príncipe Juan Carlos presidieron la XVIII Demostración Sindical, especial esta entre otras porque sería la última para el dictador y para los sufridos televidentes. Esa jornada también fue la elegida por los obreros, a través del Consejo Provincial de Trabajadores de Barcelona, para reclamar la legalización de un sindicato independiente del gobierno. Este, como era de esperar, respondió de la forma habitual, secuestrando esta vez el número de la revista Posible correspondiente a la primera semana de mayo.


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