Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн

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La carrera en la búsqueda de nuevos aliados políticos había comenzado, en parte con la aquiescencia del gobierno que no veía, de momento, un peligro serio en estos representantes de la oposición democrática, aunque continuase en la línea de mantener el principio de autoridad frente a todo intento de carácter laboral opositor que perturbase la paz y el orden, solo reiterando su propósito de diálogo en los planteamientos de fundamento estrictamente laboral.

En respuesta, la oposición democrática, ante la incipiente presión de la censura gubernativa, afinaba su habilidad por informar de una situación oficial irreal, intentando hacer llegar el mensaje en códigos a veces ininteligibles para la mayoría de los lectores. Francisco Candel y Francesc Pi de la Serra fueron protagonistas en la prensa del «arte de decir lo que no se puede decir». También por aquellas fechas, Ernest Lluch escribía un artículo en Tele/eXpres titulado «Catalanismo y no burguesía» en la misma línea.

En medio de una cada vez más acusada conflictividad laboral y estudiantil en todo el país, el 5 de marzo de 1975 se realizó un nuevo reajuste ministerial con nuevos responsables en las carteras de gobierno, poniendo de manifiesto la inestabilidad y diferencia de criterios dentro de él. Los nuevos responsables de las carteras afectadas fueron: José Luis Cerón (Comercio), Fernando Suárez González (Trabajo), José Mª Sánchez Ventura (Justicia), Fernando Herrero Tejedor (Secretaría General de Movimiento) y Alfonso Álvarez de Miranda (Industria).


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