Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн
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En 1964, hizo su aparición en Barcelona el periódico Tele/eXpres, siendo a partir de 1968 y bajo la batuta de Manuel Ibáñez Escofet el diario más progresista del momento. Un año después, vio la luz el diario deportivo Dicen, ambos en la órbita del empresario Jaume Castells y con el aval ideológico de los periodistas Carlos Sentís e Ignasi Agustí, proclives al régimen. Otros diarios informativos como La Vanguardia Española, El Correo Catalán, Diario de Barcelona y El Noticiero Universal, junto con el semanario Destino dirigido por Néstor Luján, complementaban la prensa mayoritaria catalana.
En 1966, ya promulgada la llamada Ley Fraga, se fundó en la clandestinidad el Grup de Periodistes Democràtics con una fuerte influencia sobre la inmovilista Asociación de Prensa. Este grupo fue un aventajado en el sector informativo dados sus impulsos democratizadores, adelantándose a la nueva etapa de aperturismo informativo en la sociedad catalana.
Por otro lado, el F.C. Barcelona, desde 1968 y bajo la presidencia de Narcís de Carreras, también se adaptó a los nuevos tiempos aperturistas con un aire liberal y catalanista que aumentó con Agustí Montal como nuevo presidente hasta finales de los años setenta. En otro ámbito de actuación, Jordi Pujol, futuro presidente de la Generalitat, encabezó desde 1965 hasta 1972 un proyecto parapolítico denominado Centre d’Informació, Recerca i Promoció (CIRP) cuyo objetivo era impartir los principios políticos nacionales que utilizó a lo largo de toda su carrera: