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There can be no reasonable doubt that the Tirsi of the Pastor de Fílida is Francisco de Figueroa. It is absolutely certain that the Tirsi of the Galatea is Figueroa: for, in the Second Book, Cervantes places it beyond question by ascribing to Tirsi two sonnets and a canción by Figueroa. Cp. Poesías de Francisco de Figueroa, llamado el Divino (Madrid, 1804).
(a)
¡Ay de quan ricas esperanzas vengo
Al deseo más pobre y encogido,
Que jamas encerró pecho herido
De llaga tan mortal, como yo tengo!
Ya de mi fe, ya de mi amor tan luengo,
Que Fili sabe bien quan firme ha sido,
Ya del fiero dolor con que he vivido,
Y en quien la vida á mi pesar sostengo;
Otro más dulce galardon no quiero,
Sino que Fili un poco alce los ojos
A ver lo que mi rostro le figura:
Que si le mira, y su color primero
No muda, y aun quizá moja sus ojos,
Bien serán más que piedra helada y dura. (p. 17)
(b)
La amarillez y la flaqueza mia,
El comer poco y el dormir perdido,
La falta quasi entera del sentido
El débil paso, y la voz ronca y fría;