Читать книгу Female Beatness: Mujeres, género y poesía en la generación Beat онлайн
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Lo que me niego a abandonar es su expectación. Sólo es su silencio lo que me gustaría dejar atrás. (Johnson, J. 261)45
Hettie Jones, en How I Became Hettie Jones, conecta este silencio impuesto en el sujeto femenino Beat con el silencio en el cual el estereotipo de feminidad de postguerra se cimenta:
Para el año 1951, cuando se nos etiquetó como la Generación Silenciosa, ya me habían recomendado callar a menudo. A los hombres no les servía una mujer habladora, me advirtieron. Lo que quería, me decían, era seguridad y movilidad de clase, que podían ser mías si aprendía a cerrar la boca. Yo sólo tenía la esperanza, con fuerza de voluntad, de asumir una nueva forma en el futuro. A diferencia de las mujeres de mi familia o de cualquiera que hubiera conocido, yo llegaría a ser—algo, cualquier cosa, lo que fuera que eso significara. (10)46
En contraste con los varones Beat, la tarea de “llegar a ser”, en el caso de Jones y otras bohemias, suponía la ruptura del silencio a través de la presencia y la palabra, ruptura que en muchos casos no se daría hasta décadas después. El estereotipo de la Beat chick, vestida de negro y en silencio, compañera del aventurero y bohemio, sexualmente liberada y normalmente proveyendo, además del descanso del guerrero o artista, un apoyo económico, convendría analizarse en paralelo con el estereotipo del ama de casa y madre de familia de los barrios residenciales de clase media. Ambas eran expectativas femeninas sustentadas por una construcción de género en el que la masculinidad y la feminidad se hallaban completamente desconectadas entre ellas y aisladas en el espacio que ocupaban. Esto fomentaba lo que desde el discurso cultural popular se ha denominado la “guerra entre los sexos”.