Читать книгу Apuntes de Historia de la Iglesia 6. Edad Contemporánea - Siglo XX онлайн

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Difiere en especial de los llamados economistas, grupo de los socialdemócratas, muy influyente al fin del siglo. Les tacha de reducir la revolución a sólo objetivos económicos, a ciertas mejoras laborales y sindicales, y de no promover la auténtica conciencia marxista de que el hombre y la sociedad han de ser totalmente transformados. La actitud de los economistas era un anticipo de la influyente tendencia revisionista que impulsará el socialista alemán Edouard Bernstein166.

Los economistas, en definitiva, no hacían suyo el mesianismo de Marx (1818-83) de transformar por medio de la lucha de clases el orden –natural y sobrenatural– dado por Dios al hombre y la sociedad. Para Marx, sin la conciencia de sentirse los proletarios redentores o liberadores de la humanidad por la superación dialéctica de toda religión no hay verdadera revolución. En sus Tesis sobre Feuerbach repudia el ateísmo de éste por considerarlo insuficiente, por presentar la religión como mera alienación, puro fruto del espíritu humano aún no consciente de que lo divino es él mismo, pero no el mal radical que se ha de destruir, aquello que impide que el hombre afirme que su conciencia es lo divino o absoluto167.

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