Читать книгу Apuntes de Historia de la Iglesia 6. Edad Contemporánea - Siglo XX онлайн

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Tras la derrota de Napoleón, Metternich logra contener a la expansiva Prusia; la hace volver a los límites anteriores a 1795. Un tanto volteriano y nada romántico, es contrario al despertar de las nacionalidades. Pero, a partir de entonces, época del gran despegue del romanticismo, crece entre las élites sociales alemanas un sentir nacionalista y liberal que ve en Prusia, aunque tan militarizada y poco filoliberal, la fuerza capaz de llevar al mundo germánico hacia su unidad.

Momento de alza del espíritu nacionalista germánico, impulsado por sus élites liberales, fue el de la Revolución de 1848, que a continuación de la de París surge en distintas capitales europeas. En Frankfurt se reúne entonces la Dieta de diputados para lograr la unidad alemana. Adoptan como bandera nacional la tricolor negro, rojo y oro. Alcanzan algunos acuerdos para suprimir aduanas entre principados, pero no van más allá. No les apoyan los príncipes de la cuarteada Alemania. Tampoco la corona de Prusia, a la que apelan los nacionalistas germanos (como en Italia los notables de Risorgimento a la dinastía de los Saboya), estará durante tiempo interesada en levantar la bandera de la unidad nacional64.

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