Читать книгу Las metáforas del periodismo. Mutaciones y desafíos онлайн
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Las redes sociales como el espacio de la expresión y el intercambio, la ocurrencia y la tontería. Un espacio tutelado por las plataformas, y las reglas, y a veces, la responsabilidad colectiva. Pero también un espacio que puede convertirse en injusto y peligroso. El espacio en donde, a veces, la gente dialoga.
El lugar reservado para esas cartas nació con los periódicos modernos, a mediados del siglo XVIII, cuando se confundían con las columnas de opinión, y habitualmente eran anónimas o firmadas con seudónimo. Siempre me gustó pensar la sección “Cartas de Lectores” como el espacio en donde la audiencia puede hackear a su medio. Es uno de los espacios privilegiados en donde un medio puede demostrar su tolerancia a la crítica, su honestidad intelectual, o su coraje. Tal fue el caso de John Peter Zenger, impresor y periodista alemán, fundador de The New York Weekly Journal. El 25 de febrero de 1733 publicó una carta de lectores contra los abusos de poder del gobernador real de la ciudad, William Cosby. La carta fue publicada bajo el seudónimo de Cato, y por esa y otras publicaciones el editor fue acusado de difamación. Luego de un largo juicio el jurado finalmente absolvió a Zenger, por el hecho de que lo que había publicado era cierto, y así el editor se convirtió en un símbolo de la libertad de prensa. Cato (seudónimo utilizado por los escritores británicos John Trenchard y Thomas Gordon) continuó publicando cartas que luego fueron reunidas en el libro Cartas de Cato, considerado “la principal luminaria de la teoría de la prensa libertaria del siglo XVIII”.