Читать книгу Fernando Moreno Barberá: un arquitecto para la universidad онлайн
18 страница из 48
El proceso se inicia con el proyecto utópico e imaginario de Casmiro Meseguer, director facultativo de caminos del Ayuntamiento de Valencia. Entre 1883 y 1906 nos traslada a la invención de un gran paseo, de unos cien metros de ancho, apto para dotar de un espacio moderno en equipamientos y ocio a los ciudadanos de Valencia. Una concepción irrealizable, que en parte bebe del proyecto de Sorní, de la que es indicativo que en 1931 tan sólo se hubiese realizado parte del alcantarillado y poco más. El reactivo para hacer marchar el proyecto lo puso la Universidad de Valencia, que a imitación de la de Zaragoza, solicita la construcción de nuevas construcciones para alojar las facultades de medicina y ciencias. El acuerdo gubernamental llega en 1906 y en 1908 Luis de Oriol ya tiene el diseño. El ayuntamiento ofrece terrenos en Algirós, junto a los Viveros municipales y tras el palacio Ripalda, con el objetivo de que su fachada “formara parte del proyectado paseo de Valencia al Mar”. Aunque la primera piedra se puso en 1909, hasta 1944 no se inauguró la facultad de ciencias, con las reformas introducidas por Mariano Peset en 1933 sobre el proyecto original de Oriol, y con proyectos separados para medicina desde 1910.