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• Productividad aparente del trabajo. Es una medida del rendimiento obtenido por cada unidad de trabajo aplicada al proceso productivo. Habitualmente se calcula como el cociente entre el valor añadido bruto y el número de trabajadores que contribuyen a producirlo. Se denomina aparente porque es la observada, y difiere de la real en la medida en que esta se obtiene considerando una completa utilización de la capacidad productiva empleada. Por esta razón, la aparente puede variar simplemente por cambios en la capacidad productiva utilizada, lo que no sucederá con la real. Los únicos determinantes de esta última son el capital por trabajador y la eficiencia conjunta del trabajo y el capital (PTF) que, por sencillez terminológica, en este capítulo se ha asimilado con el progreso tecnológico, aunque en realidad es solo su principal determinante.
• Productividad total de los factores. Mide la productividad conjunta del trabajo no cualificado, del capital físico y del capital humano. Se calcula a partir de la función de producción expresada en términos per cápita, como la ratio entre la productividad del trabajo y el capital físico y humano elevados a sus respectivos exponentes. La tasa de variación de la PTF se aproxima como diferencia entre la tasa de variación de la productividad del trabajo y las del capital físico y humano, ponderadas cada una de estas por los exponentes que poseen ambos factores en la función de producción. Con frecuencia, la PTF se calcula sin descontar el efecto del capital humano, debido a la mayor dificultad de estimar este. Partiendo pues de una función de producción con solo capital físico y empleo, la PTF es igual a la ratio entre la productividad del trabajo y el capital físico por trabajador, elevado al exponente del capital en la función de producción. Su tasa de evolución se estima como diferencia entre la tasa de variación de la productividad del trabajo y la del capital por trabajador multiplicada por el exponente del capital en la función de producción. A este exponente se suele otorgar un valor entre 0,33 y 0,4, que aproxima el peso del capital en el PIB al coste de los factores en un buen número de países. Este peso del capital en la renta es el valor que corresponde al exponente del capital en la función de producción, si los mercados son perfectamente competitivos. Cuando la PTF se calcula de esta segunda forma, el efecto del capital humano está recogido en ella.