Читать книгу Autonomía, dependencia y servicios sociales онлайн

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Durante la década de 1980, se produce un desplazamiento de la cuestión de la discapacidad hacia la cuestión de la dependencia como problema social, asociado una serie de factores entre los que cabe destacar la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, las bajas tasas de natalidad, la precariedad laboral y la insuficiencia de financiación de servicios para la atención a los cuidados informales y de apoyo a las familias, en un contexto global de crisis económica y política.

En respuesta a esta situación, a nivel internacional se promueven una serie de iniciativas encaminadas a la promoción del empleo incorporando el valor de la igualdad entre hombres y mujeres. Tras el Tratado de Ámsterdam (1997), las Estrategias Europeas de Empleo (Essen) se orientaron también al aumento del empleo femenino con el impulso indirecto en los Estados miembro de políticas de conciliación. En España, la Ley de Conciliación de la Vida Familiar y Laboral de Personas Trabajadoras (Ley 39/1999) incorporó a la normativa española aquellas directrices relativas a los permisos laborales para el cuidado de niños pequeños y de personas dependientes y del trabajo a tiempo parcial. Pero el debate de la conciliación se tornó hacia los cuidados de larga duración y la asistencia a las personas mayores.