Читать книгу Las políticas sociales que vendrán онлайн

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El ordenador personal que se lleva por móvil es un aparato que controla los movimientos de una persona, produce datos a su espalda, es un factor de diferenciación generacional y dispone algorítmicamente de la vida privada de su propietario, a la vez que le ofrece la posibilidad de sentirse libre, independiente y seguro pues le permite satisfacer deseos con un simple clic. Esto es lo que podría entenderse como eficacia simbólica (ES) y que es propia de todos los dispositivos, incluidas las PS. La ES hace del móvil un signo inequívoco de que hasta el más excluido social de todos los excluidos, está atrapado por el sistema capitalista que se sirve de él y de sus pobrezas de algún modo y lo clasifica. La ES evita que la contradicción sea problemática quizás porque con dificultad se le pone cara a quien quita datos, libertad y privacidad. Esa triple expoliación no la realizan las ánimas benditas, nunca mejor dicho, pero la ES hace parecer que sí.

Los mundos internos de las personas y colectividades son asunto de la subjetividad que les confieren, lo mismo a sus mentes que a sus cuerpos, identidades particulares. Aquí interesa destacar que las PS son susceptibles de operar como dispositivos e incidir en los mundos internos de las personas y colectividades, por lo que las PS inscribirían en los cuerpos –sociales o personales– la red que las configura como dispositivo (de los componentes se escribió anteriormente, vid. supra) asignándoles sentidos a sus comportamientos, control y gobierno a sus pensamientos y administración y orientación a sus gestos; en suma identidad, costumbres y cierta personalidad básica. De ahí que el proceso de subjetividad en las PS sea un proceso complejo de construcción-deconstrucción de subjetividades y no una cuestión de quita y pon objetivos, ni de corte y pega derechos ni de pirateo de documentos oficiales de los organismos multilaterales.

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