Читать книгу Violencia sexual. Análisis, Tipologías y diferentes perfiles онлайн

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En Zacarías y la instauración definitiva del reino de Dios augurando la conquista de Israel, nos dice al respecto: “El señor reunirá a todas las naciones para luchar contra Jerusalén. La ciudad será conquistada. Las casas saqueadas, violadas las mujeres” (Zac. 14:2). Dejando claro que en la guerra no solo hay que destruir al enemigo sino a la par a la mujer en singular representada como objeto sexual.

Luego ya, podemos ver desde el Antiguo Testamento como la violación era parte de la guerra y de la vida cotidiana. Si bien, para ser justos, en el Nuevo Testamento aparece claramente la idea condenatoria de todo este tipo de ultrajes hacia la mujer. En la carta de S. Pablo a los Efesios muestra que el acoso sexual, inclusive en forma de broma no tienen cabida en la religión cristiana. Dice textualmente: “Y hacer del amor la norma de vuestra vida (5.2) … En cuanto a la lujuria cualquier clase de impureza o avaricia, que ni siquiera se nombren entre vosotros, pues así corresponde a creyentes. Y lo mismo hay que decir de las palabras torpes y las conversaciones estúpidas o indecentes que están fuera de lugar”. (5.3-4 y 5). Por lo que de alguna manera ya previene del piropo inadecuado como una forma de ataque sexista que debe ser limitado y restringido como una conducta totalmente impropia de una persona de bien. Como también hay que recordar que en el Deuteronomio ya se hace referencia a dos leyes de carácter sexual: no realizar actos impuros y no desear a la mujer del prójimo, si bien, se entiende que la mujer tampoco debe desear al hombre de otra mujer.

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