Читать книгу El gobierno de la función legal en las organizaciones. Operaciones legales, Innovación y Digitalización онлайн

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Además, la Asesoría Jurídica deberá estar legitimada, con el apoyo del Consejero Delegado, para negarse a asumir ciertas tareas cuando existan otros equipos mejor posicionados por especialización y recursos para llevarlas a cabo así como para eliminar o simplificar tareas redundantes o de menor valor añadido, cuando el riesgo de dejarlas de hacer es menor o sus consecuencias fácilmente reversibles. Frecuentemente esto se instrumentaliza mediante la asignación de un valor económico a las tareas o asuntos, de manera que la Asesoría Jurídica solo interviene a partir de que se supere un cierto umbral. Igualmente, es frecuente clasificar a los proveedores según ciertos niveles en función de su peso y relevancia estratégica para la compañía, de manera que la Asesoría Jurídica sólo participará proactivamente en aquellas negociaciones con los proveedores que se hallen en los primeros niveles de la clasificación.

Estos no son sino ejemplos concretos de la multitud de fórmulas al alcance de la Asesoría Jurídica para asegurarse de que está presente en aquellos asuntos que requieren su plena atención sin descuidar por ello la restante actividad de la compañía, que descansará idealmente en procesos automatizados y de “auto-servicio”.

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