Читать книгу Desde el suelo онлайн

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Él esperaba que abriese un bar cercano donde se le permitía entrar al servicio para asearse y hacer el resto de necesidades, detalle que agradecía de todo corazón. En ese espacio de tiempo, Capulino quedaba solo entre cartones esperando el regreso de su amo, y a veces ambos eran compensados con algún resto de comida que les proporcionaban en el bar.

—Ya estoy de vuelta. Traigo algo, no mucho, pero seguro que te gustará.

Galindo soplaba su vaso de café caliente bebiéndolo a sorbitos y Capulino deshacía el resto de una carcasa de pollo hervido.

—Siéntate a mi lado. ¿Te cuento? Aunque me han llamado siempre por mi apellido, me bautizaron con el nombre de Jacobo. Galindo viene de antaño, por eso de la tradición familiar, ¿sabes? Ya que mis antepasados, así como mi abuelo, mi padre y hermanos, han continuado con ese apellido por lo de los vinos, y es que ellos se dedicaron (y aún lo hacen) al cultivo de la vid, de cuyas cepas obtienen buena uva y el vino en la comarca de La Rioja es conocido bajo el nombre de Galindo e Hijos.

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