Читать книгу Sin miedos ni cadenas. Lecturas devocionales para damas онлайн
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Jesús duerme en medio del caos reinante, porque sabe que la idea de esperar hasta que todo esté terminado es absolutamente irreal. “Con demasiada frecuencia, soy como todos los demás en el barco”, escribe Shala Graham en el artículo “The Holy Work of Napping”. “Veo claramente la tormenta de mi lista de quehaceres desatarse a mi alrededor, y por eso pienso que dormir la siesta es irresponsable o egoísta para con las personas que me necesitan. En esos momentos, creo que Jesús me preguntaría a mí lo mismo: ‘¿Por qué tienes tanto miedo? ¿Aún no tienes fe?’ ” Descansar nos obliga a creer que es Dios quien sostiene nuestros hogares, y no nosotras mismas. Tomar una siesta nos fuerza a aceptar que nuestras energías son limitadas y a renunciar a nuestras expectativas perfeccionistas. Descansar cuando lo necesitamos es un acto de humildad y obediencia.
Señor, como la culpa que siento cuando necesito descansar es falsa, renuncio a ella. Yo no soy omnipotente, y cuando ignoro a mi cuerpo que me pide descanso estoy cometiendo un grave error. Hoy me comprometo a descansar cuando lo necesite, aun si no todas las tareas están terminadas. Voy a hacer oídos sordos al miedo que me dice que todo se desmoronará si me atrevo a detenerme, y voy confiar en ti. Por grande que sea la tormenta, contigo en mi barca no hay razón para temer.