Читать книгу Sin miedos ni cadenas. Lecturas devocionales para damas онлайн

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El camino no siempre será sencillo, así que, te prometo esto: cuando me llames, responderé; cuando me busques, con un corazón sediento, me encontrarás. (Yo no juego a la escondida y quiero que me encuentres.) Si me lo permites, voy a mudarme a tu corazón para que vivamos siempre juntos y nunca más me extrañes (Jer. 29:12, 13; Juan 14:23; Apoc. 3:20). ¿Sabes lo mucho que te amo? ¡No me canso de decírtelo! Mi amor por ti es eterno e inmutable. ¡Nada puede cambiarlo! Ni tus acciones, ni tus omisiones. Ni lo que otros piensan de ti, ni lo que piensas de ti misma. Aun si me abandonaras, yo nunca dejaría de amarte. Cuando tú sufres, yo sufro; como un padre por su hijo (Jer. 31:3; Rom. 8:35-39; Mat. 23:37-39; Ose. 11:1-4).

Si permaneces en mí, voy a desalojar el miedo de tu corazón. En su lugar, te voy a dar una paz que no tiene sentido lógico, pero que funciona de todas maneras (y que nadie te puede robar). También te voy a dar poder para vencer los malos hábitos y paciencia para lidiar con las personas que te exasperan (1 Juan 4:17, 18; Fil. 4:6, 7; 1 Juan 2:15-17; Rom. 12:2, Gál. 5:22, 23). Cuanto más sientas mi amor por ti, más crecerás y amarás a los demás. Mi amor brillará en tu corazón como una luz, que atrae y guía a otros (Juan 13:34, 35; 15:12; Mat. 5:16). Hija, ¡yo te amo tanto! Por favor, no te sueltes de mi mano.

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