Читать книгу Jesús, el Hijo de Dios. Explorando la identidad divina de Cristo онлайн

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¡Vaya! Así que todo eso está en la Biblia, ¿no?

Sí, claro que sí.

El depurado arte literario de la narración es tan impresionante que es imposible que se trate de una mera coincidencia. Las probabilidades de que más de cuarenta autores, que escribieron a lo largo de un lapso de mil quinientos años, compongan una historia coherente tan genial, sin ser guiados por una misma Mente superior, son tan remotas que resultan imposibles. Pero esta ni siquiera es la parte más asombrosa. Lo verdaderamente notable de esta historia es que nos invita a creer lo mismo que secretamente esperamos, en lo más profundo de nuestro corazón, que sea verdad: que somos objeto de un amor tan fiel que preferiría morir antes que dejarnos de lado. Una de las razones por las que sabemos que el relato bíblico es verdadero es porque responde a nuestros anhelos más profundos de ser amados de un modo que no encuentra ninguna correspondencia satisfactoria en este mundo nuestro, transgresor del Pacto. Jesús encarna aquello para lo que intuitivamente sabemos que estamos hechos: una relación de amor perfecta.

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