Читать книгу Un rayito de luz para cada día онлайн
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¡Fue increíble! Esos caballos no solo llevaron la carga tres veces más lejos que los caballos que eran azotados, sino que además, lo hicieron con menos esfuerzo. Como sabían que su amo los amaba y podían confiar en él, no tenían miedo. Un animalito hará todo lo que pueda por un amo a quien ama. Pero no puede aprender ni trabajar bien si tiene miedo.
Gabriela
(Adaptación del relato “La bondad da resultados” de Jeanne Gray, El Amigo de los niños, año 1, tercer trimestre de 1975, N° 28).
21 de febrero
No toques la llama
“¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas” (Salmo 36:7).
La hora de comer era la preferida de la pequeña Vicky. A ella le encantaba la comida que preparaba su mamá, pero lo que más disfrutaba era ayudar. Una de las condiciones que había puesto la mamá para que Vicky pudiera ayudar en la cocina era que fuera obediente a las reglas que la mamá le indicaba.
Las reglas eran sencillas y fáciles de cumplir (al menos eso pensaba la mamá). La más importante era: “No toques el fuego”. Vicky era muy pequeña pero también muy curiosa. Un día, ella pensó: “Esa llama roja que sale de la cocina no parece que me pueda hacer algo. ¿Y si meto solo un dedo?” En un momento, no pudo aguantar más la curiosidad y cuando la mamá miró en otra dirección, Vicky metió el dedo en el fuego. ¡Ay, ay, ay!, eso sí que dolió.